Agosto se va y, aunque lo he disfrutado un montón, confieso que estoy deseando que llegue el otoño. Es lo que tiene vivir en un pueblo costero… Que durante los meses estivales pierde la tranquilidad que lo caracteriza, se llena de gente y hasta hacer la compra se vuelve una odisea.
Perseidas
En agosto, todos los años tenemos una cita con el firmamento para ver las Perseidas, o Lágrimas de San Lorenzo, ¡un espectáculo del que disfruto un montón! Pero, hacía años que no me escapaba a ver las estrellas, bien por falta de tiempo o bien porque la climatología no permitía verlas… Por suerte, este año se alinearon los astros y por fin pude volver a disfrutar del espectáculo.
Dos conciertos
En verano se celebran mil y una fiestas y eso hace que los ayuntamientos de las distintas ciudades y villas incluyan conciertos gratuitos en la programación de sus festejos, ¡lo cual está genial! Este mes, en concreto, asistí a dos, el primero de Fangoria (en Ferrol) y el segundo de Luz Casal (en Betanzos). Mención aparte merece mi hermana, Andrea, que se colocó en primera fila para ver el concierto de Fangoria, de ahí la foto que comparto.
Picnic
¡Adoro los planes al aire libre! Y en verano hacer un buen picnic es casi una religión. Quizá sea porque no tengo un jardincito en el que recrearme, pero la verdad es que me parece un plan de 10: es económico, estás en contacto con la naturaleza y descubres sitios bonitos, ¿alguien da más? Por cierto, el cestito tan cuqui que veis en la foto lo podéis encontrar aquí.
Cine de verano
Las que me sigáis desde hace tiempo sabréis que me encanta organizar cine al aire libre con la familia y/o amigos. Es una excusa para juntarnos, hacer una cena y finalizar la jornada viendo una buena película. Pues bien, este mes Marido y yo organizamos una noche de cine en casa de mis suegros para ver «Campeones» y, la verdad, es que fue todo un éxito; tanto que este fin de semana veremos «Green Book». (Nosotros ya habíamos visto las dos, pero nuestras familias no, y así sabemos de antemano que las disfrutarán).
Un capricho ¿de costurera?
¡Este mes la cosa ha ido de botones! Primero con la caja de lata DIY, cuyo tutorial os mostraba aquí, y ahora con estos posavasos. Lo cierto es que los encontré en Amazon haciendo una búsqueda random y fue amor a primera vista, así que me los compré porque… ¡No podían faltar en casa de una costurera!
Mi coche
Ya os había contado que el mes pasado me había comprado un coche, ¡¡la compra más cara de mi vida hasta la fecha!! Sin embargo, como todavía no me lo habían entregado en el concesionario, preferí esperar para desvelar el modelo. Pues bien, ha llegado el momento, es un Mitsubishi ASX de color blanco y estoy más feliz que una perdiz con él 🙂
Una película
Estoy cogiendo a sana costumbre de ir al cine al menos una vez al mes y este ha tocado, como no podía ser de otro modo, la nueva película de Quentin Tarantino, «Érase una vez en… Hollywood». Y, aunque debo reconocer que me decepcionó un poco en ciertos aspectos, hubo otros como la interpretación de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, la fotografía y la banda sonora que sí me gustaron. Aun sin ser (para mí) de las mejores películas de este aclamado director, la pongo en mis favoritos de agosto porque fui a verla con dos grandes amigos que viven en Austria, así que las ganas de pasar tiempo con ellos hizo que la película mereciera la pena 😉
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