Un día en Viana do Castelo… Viana es una ciudad del norte de Portugal emplazada en la desembocadura del río Lima. No es muy grande, por lo que es ideal para escaparse un día, un fin de semana o, incluso, hacer una parada en el camino si hacemos una ruta por este país.
Su casco antiguo, cuyo núcleo parte de la Praça da República, el monte de Santa Luzia, coronado por la basílica que lleva su mismo nombre y el largo paseo que sigue el recorrido del río Lima, hacen de Viana una ciudad especial, con un encanto que, en mi opinión, la convierten en una de las mas bonitas del norte del país vecino.
Pero vayamos por partes porque, aunque no sea muy grande, tiene mucho que ver y visitar, sobre todo si vamos con el tiempo justo y no queremos perder ni un minuto 😉
Nuestra primera parada, tras haber desayunado, fue el Buque Gil Eannes, un antiguo barco hospital restaurado al que no le falta detalle y con el que es fácil hacerse una idea de cómo era el día a día en esta embarcación. Allí pudimos ver desde los camarotes del capitán y los oficiales hasta el quirófano y la enfermería, pasando por la cocina, la sala de máquinas o la barbería, entre otros. El precio de la entrada es de 4 € y, desde luego, es uno de los lugares que más nos gustó e impactó de Viana por lo original que es, ¡no en todas las ciudades te encuentras un barco museo!
De ahí nos fuimos en dirección a la estación de tren y continuamos hasta llegar al elevador de Santa Luzia. Por lo que nos dijeron, ese mismo día volvían a reabrirlo tras un período de obras, lo cual nos hizo sentir muy afortunados porque era una de las peculiaridades de Viana do Castelo que más nos llamó la atención a la hora de decidir destino para planificar nuestra escapada.
Si tienes tiempo no te puedes perder…
A poco más de 30 minutos en coche por la costa, en dirección a Galicia, podéis a hacer una parada en el municipio de Caminha. Aunque no es muy grande, sí que tiene elementos que lo hacen especial, como su muralla o la Torre del Reloj.
Muy cerca de allí, está la playa de A Foz do Minho, que esconde un secreto maravilloso, y es que desde allí, en un pequeño embarcadero, puedes contratar una barca que te lleva a una isla en la que lo único que hay es una fortaleza. Se trata de El Forte de A Ínsua. Para nosotros fue una gran experiencia el poder estar durante unas horas en un paraje absolutamente vacío (tan sólo había 3 turistas), disfrutando de la naturaleza y bordeando esta fortaleza (no está abierta al público) que, por lo que nos contó el patrón de la embarcación, es un lugar casi único en el mundo. Según su palabras las fortalezas emplazadas en islas no abundan y ésta, concretamente, además de servir para frenar los ataques de piratas y como fuerte militar, alberga en su interior un pequeño convento en el que se dice que sucedían milagros.
¡Nos sentimos como verdaderos piratas en la isla del tesoro! Aunque en este caso el tesoro fue única y exclusivamente disfrutar de la belleza de lo desconocido.
Y vosotros, ¿conocéis Viana do Castelo? ¿Tenéis alguna recomendación para la próxima visita? 😉
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