Tutorial deco: Estante envejecido para tu mesa de trabajo

En un blog como Punto de Lu no podía faltar la decoración, básicamente porque, tanto cosiendo, como a través de manualidades y bricolaje podemos decorar nuestro hogar con un toque personal. Por eso, os propongo un tutorial muy sencillo y que, sin duda maximizará vuestro espacio de escritorio: un estante envejecido DIY para la mesa de trabajo.

A menudo nos encontramos con que nos quedamos sin espacio en nuestra mesa de trabajo, vamos acumulando cosas que no queremos tirar y llega un momento en el que ya no tenemos ni un hueco para poder colocar un folio y escribir cómodamente. A raíz de esto, se me ocurrió que podía hacer un estante que me sirviera para almacenar el doble de cosas. Comprarlo podría ser fácil y encargárselo a un profesional todavía más, pero… ¿y lo que mola hacerlo a medida uno mismo? Esa satisfacción es insuperable, así que me puse manos a la obra y, viendo lo bien que me ha quedado (y lo feliz que estoy con mi estante) he decidido compartir el tutorial en Punto de Lu.

• Tablero de pino de 1,5 cm de grosor.
• Lija.
• Brocha.
• Barniz satinado.
• Betún de Judea.
• Cera para madera.
• 4 Patas.
• Tornillos

Lo primero que tenéis que hacer es cortar el tablero con las medidas que os convengan, en mi caso, es de 80 centímetros de largo por 20 centímetros de ancho, porque no quería que invadiese demasiado el espacio de trabajo. Este paso os lo podéis ahorrar si cuando vayáis a comprar el tablero les pedís que os lo corten a medida. No sé si lo hacen en todos los establecimientos de bricolaje, pero en Akí, que es donde lo he comprado yo sí 🙂

A continuación lijaremos la tabla con una lijadora o lija manual, con esto lo que pretendemos lograr es que quede la superficie más pulida, además, podemos lijar los cantos para redondearlos y ayudar, de ese modo, a que nuestra tabla parezca desgastada. Incluso, podéis hacer el amago de clavarle puntas para que parezca apolillada o golpearla con un martillo u otros objetos para que dé la sensación de ser una madera vieja y descuidada. La que os enseño en este tutorial simplemente la he lijado.

Una vez hayamos lijado la tabla, le pasaremos un trapo limpio por encima para eliminar los restos que haya dejado la lija.

A continuación barnizaremos nuestra tabla con un barniz satinado siguiendo el sentido de las vetas de la madera, yo he escogido el de color roble claro porque me encanta como queda, pero podéis elegir el que más os guste. Una vez aplicado el barniz por toda la superficie, esperamos a que seque completamente, siguiendo las instrucciones del fabricante.

El siguiente paso es aplicar un gran invento que ya usaba de pequeña para envejecer las figuritas de escayola que pintaba en clase de manualidades y, todo sea dicho, para disimular sus imperfecciones… Pues bien, este producto del que os hablo es el betún de judea!! Seguro que muchos ya lo conocéis, pero para los que no tengáis el placer, os comento que es una especie de tinte que os servirá para envejecer madera, escayola y muchos otros materiales.

Para aplicarlo, nos ayudaremos de una brocha y un paño de algodón (que no deje hilos). Es importante aplicar el betún siguiendo las vetas de la madera, al igual que el barniz, así parecerá un envejecido natural del propio material. Para ello, extenderemos el betún con una brocha sobre la tabla y retiraremos el exceso con el trapo. Una vez aplicado este producto por toda la superficie y retirados los restos, dejaremos secar durante varias horas (o lo que indique el fabricante).

Para que nuestra tabla quede perfecta, aplicaremos cera de madera con ayuda de un paño, así conseguiremos darle brillo, además de protegerla de la humedad y el polvo.

Y ya sólo nos queda un paso para tener nuestro estante DIY: ponerle las patas. Las que yo he utilizado son de Ikea y, aunque las había de varias alturas, las he elegido de 8 centímetros pero, como es un estante DIY, podemos escoger las que mejor se adapten a nuestras necesidades.

He colocado las patas utilizando tornillos. Para ello, he hecho una muesca en la madera, ayudándome de un martillo y, a continuación, procedí a atornillarlos. La verdad es que la tabla no es muy dura y es fácil de atornillar aun así, si no os queréis complicar la vida, también podéis pegarlas con silicona caliente o cola de madera, como es algo que no se mueve todos los días, supongo que aguantará sin problema y así evitáis agujerear la tabla 🙂

Por cierto, ni que decir tiene que este estante lo podéis customizar como más os guste: pintando la madera, barnizándola, eligiendo unas patas originales… Hay mil opciones, sólo tenéis que elegir la que más se adapte a vuestro gusto y estilo de casa.

Espero que os haya gustado este tutorial y que, si lo ponéis en práctica lo compartáis conmigo 😉