La receta que os propongo hoy es la que me tiene enganchada últimamente… Llevo semanas desayunando con este bizcocho esponjoso y empiezo a pensar que es adictivo, porque no me apetece otra cosa para acompañar al café de la mañana.
Lo mejor de todo es que es una receta fácil de hacer y no lleva ingredientes raros ni nada por el estilo, por eso si queréis disfrutar de un bizcocho casero y no sois grandes reposteros, esta es sin duda vuestra receta 😉
Es muy esponjoso, el tacto es genial, se aguanta mucho tiempo fresquito y su sabor… ¡Ay, su sabor! Diría que tiene un ligero toque a limón… Pero lo mejor va a ser que os cuente la receta, la hagáis y comprobéis vosotros mismos lo tremendamente bueno que está.
¡Vamos allá! Los ingredientes que necesitaréis para hacer el bizcocho esponjoso más sabroso del mundo mundial son:
- 3 huevos.
- 225 gr de azúcar blanco.
- 250 ml de aceite de girasol.
- 250 ml de leche.
- 250 gr de harina.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- Ralladuras de limón.
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es poner los huevos en un bol y batir. Yo lo he hecho con una batidora amasadora porque es mucho más rápido, pero podéis hacerlo a mano con unas varillas.
Luego añadimos el azúcar, mezclamos y hacemos lo propio con el aceite y la leche, sin parar de batir.
Ahora incorporamos las ralladuras de limón, después la levadura en polvo y, por último, vamos añadiendo poco a poco, sin dejar de batir, la harina.
Cuando tengamos todos los ingredientes integrados el siguiente paso será preparar el molde, para ello primero lo untaremos con mantequilla y luego lo enharinaremos.
Vertemos la masa y como toque final le echamos azúcar por encima para que forme una especie de corteza dulce y crujiente. Ya solo nos queda introducirlo en el horno, precalentado a 180º, durante unos 45-50 minutos y esperar a que se hornee.
Para saber si el bizcocho está horneado, podemos clavarle un palillo pasado el tiempo de cocción, si sale húmedo lo dejaremos unos minutos más dentro del horno. En mi caso he tenido que dejarlo una hora porque utilicé un molde redondo, pero cuando lo hago en molde alargado 50 minutos son suficientes. Será cuestión de ir probando hasta que le cojáis el punto 😉
Una vez horneado lo dejamos temperatura ambiente para que se temple, después lo desmoldamos y ¡listo! Ya tenemos nuestro bizcocho esponjoso a punto para devorarlo.
Espero que lo probéis y me digáis si os gusta tanto como a mí, ¡de verdad que merece la pena!
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