En uno de los programas de la segunda edición de Maestros de la Costura explicaban, durante una masterclass, cómo diferenciar la seda de buena calidad de la sintética.
Contaban que era fácil saberlo quemando una esquina del tejido, pero la medida me pareció tan drástica que empecé a indagar en otros métodos que nos facilitaran esta tarea y, la conclusión a la que he llegado es que hay otros métodos para distinguir una seda natural de una sintética.
Y es que, pongamos por caso que estamos en un comercio, nos encanta un pijama y queremos saber si es de seda natural; sacar un mechero y quemar el dobladillo no sería buena idea, ¿no? Es más, si vamos a una tienda de telas y vemos varias sedas que nos gustan, tampoco sería de recibo quemarlas para comprobar si son o no naturales. Por eso hoy os cuento otras maneras de comprobar que el tejido es natural.
Textura
La seda natural es muy suave al tacto, mientras que la sintética recuerda más a la viscosa. Además, la seda natural no brilla demasiado y, si nos fijamos bien, al ser un tejido natural su brillo no será uniforme, al contrario de una artificial, que brillará demasiado por toda su superficie.
Caída
Aunque hay sedas sintéticas muy bien logradas, al compararlas con la natural, la caída acabará delatándolas, puesto que la natural tiene una caída más ligera, más sutil, más delicada y, en definitiva, más bonita.
Capacidad de transpiración
Obviamente, me refiero a la seda de calidad, cuya capacidad de transpirar no tiene nada que ver con la artificial. Al tratarse de hilos naturales, este tejido es fresco en verano y cálido en invierno, razón por la que se emplea con frecuencia a la hora de confeccionar pijamas o ropa de cama.
Costuras
Esta fórmula solo funciona con los pañuelos, pero me atrevería a decir que es prácticamente infalible. Y es que en las costuras es donde diferenciaremos, sin ningún género de dudas, un pañuelo de calidad de uno no tan bueno. Un pañuelo malo llevará las costuras a máquina, sin embargo, en uno de calidad las costuras estarán hechas a mano, enrollando el borde hacia adentro. De este modo, es fácil observar irregularidades en el dobladillo de un buen pañuelo e incluso hasta distinguir las puntadas.
Estampado
En el tejido de seda natural el estampado pintado a mano será prácticamente igual por la parte delantera y por la trasera, algo que no suele suceder con el resto de tejidos. Así, la fuerza del color es mayor por el derecho, aunque el revés está a la altura aportando excelencia al tejido.
Quemar la seda
Y, aunque al inicio os contaba que quemando la seda podíamos saber si era natural o sintética, no os conté qué sucede cuando se realiza esta prueba. Pues lo que pasa es que si se trata de seda de calidad, esta se quemará lentamente y dejará como resultado ceniza y un olor a pelo quemado. Esto no sucede con la artificial ya que en este caso el tejido arderá rápidamente, dando la sensación de que se funde y formando una especie de bolitas que, al enfriarse, se endurecen.
Y hasta aquí el post de hoy, ¿conocíais estos métodos para diferenciar la seda natural de la sintética? Espero que os sea útil y que, a partir de ahora, no os den gato por liebre cuando compréis alguna prenda de seda 😉
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