¡Buenos días! ¿Cómo habéis pasado el fin de semana? El mío de celebración, ayer era mi santo, Santa Lucía, y la verdad es que, sin planearlo, lo hemos celebrado en familia e incluso me ha caído algún que otro regalillo 🙂
- Un tubo de papel higiénico o de un rollo de cocina.
- Fieltro.
- Pegamento, cola, cinta de doble cara.
- Tijeras o cúter.
- Recipiente con tapa.
- Chocolatinas, golosinas, bombones (lo que se os ocurra).
- Elementos de decoración como cuerda, tela, papel de regalo, etiquetas.
Después metemos el regalo que queramos dentro del tubo. Teniendo en cuenta, por supuesto, su altura y diámetro.
Por último cerramos el bote y decoramos la tapa como más nos guste. En mi caso he hecho varios modelos diferentes, para que toméis ideas y podáis adaptarlas a vuestros recipientes. Y ya tenemos nuestro bote con sorpresa listo. Es un «envoltorio» muy original, dulce y personalizado. Tiene su punto, ¿verdad?
Ya veis que con esta idea es muy fácil y barato personalizar un regalo, ya que cualquier bote de cristal que tengamos por casa puede servir y para decorarlo se pueden utilizar un montón de ideas. Espero que os haya gustado este DIY y lo utilicéis mucho en vuestros regalos navideños (y no navideños).
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