¿No os ocurre que en invierno las botas de caña alta se os deforman? A mí siempre me pasaba y, por mucho que las acercara a otros zapatos o a una pared, era inevitable que acabaran doblándose justo por la zona del tobillo.
Pues bien, para todos aquellos que tengáis botas de caña alta os traigo este DIY, que estoy segura de que os será muy útil para mantener vuestras botas a raya, además de ahorrar espacio y evitar que se deformen. Es un DIY taaaan sencillo que prácticamente puede decirse que es un tip o consejo 😉
Lo único que vais a necesitar para tener vuestras botas como nuevas son:
- Un churro de los que se utilizan en piscina para aprender a nadar o, como ponía en la etiqueta, un “tubo acuático”.
- Un cúter.
- Una regla, flexómetro o cinta métrica.
- Lápiz o bolígrafo.
Para hacer este DIY lo primero que tenéis que hacer es medir la altura de vuestra bota, desde la planta hasta el final de la caña. Lo mejor es medir desde el talón, ya que es por donde se introducirá el churro que evitará que se deforme la bota, así ya nos quedará la medida perfecta para que no sobresalga.
A continuación llevamos esa medida al churro de piscina y marcamos. Estos churros miden alrededor de metro y medio por lo que os dará para dos pares de botas, además los hay en multitud de colores, para que podáis combinarlos con vuestro calzado 😉
Una vez que tengamos la marca hecha procedemos a cortarlo con el cúter. Al ser de espuma es muy fácil de cortar, así que no hace falta ser un manitas para hacer este DIY y que quede perfecto.
Luego repetimos el mismo proceso para cortar un nuevo churro y ¡listo! Ya tenemos nuestras botas a raya. Desde luego que es un tip de lo más sencillo y económico, mi churro costó 2’50€ en un bazar chino y con él evito que se deformen dos pares de botas.
¿Vosotros tenéis algún truco para mantener vuestras botas a raya? Espero que os haya servido de ayuda y que, a partir de ahora vuestras botas de caña alta se conserven como nuevas 😉
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