Cuando vives en un piso pequeño y quieres aprovechar al máximo el espacio para que no le falte detalle sueles tener que ingeniártelas porque los muebles a medida son muy caros y, en la mayoría de las tiendas, no suelen pensar en nuestras necesidades.
Por eso, hoy os propongo un nuevo tutorial deco para hacer una estantería o mesita esquinera. Para mí ha sido una gran solución, necesitaba un estante con hueco que fuese lo suficientemente pequeño como para ponerlo en una columna y además me fuera útil y ¡voilá! En unos cuantos pasos conseguimos un minimueble DIY ideal y muy recomendable 😉
Todo empezó cuando un día a mi chico y a mí se nos ocurrió poner un proyector en nuestro cuarto. Lo que en principio iba a ser una “prueba” nos pareció supercómodo, y es que ver una película en la pared de tu habitación ¡es genial! El caso es que no sabíamos dónde narices colocar el proyector, de modo que, provisionalmente, lo pusimos en una silla, pero claro, no era la mejor idea porque, como os decía, nuestro piso es pequeño y el espacio justo. Entonces comenzamos a darle vueltas a dónde podríamos situarlo de manera definitiva y, tras darnos cuenta de que en la mesilla también resultaba molesto, pensamos en utilizar unos archivadores de IKEA que teníamos en casa y así nació este tutorial de decoración y bricolaje.
Para hacer vuestra estantería esquinera necesitaréis:
- Un archivador de madera como éste.
- Pintura en spray.
- Lija.
- Tornillos.
- Arandelas.
- Taladro.
Lo primero que hicimos en el archivador fue abrirle un hueco en la esquina que va pegada a la pared para colarle un enchufe. El encargado de esta tarea fue mi padre, que es un manitas y se le da fantásticamente el bricolaje.
No tengo fotografías de cómo lo hizo pero, según sus palabras “después de marcar el ancho y largo del hueco, dibujé un óvalo y con un taladro fui agujereando el contorno. Luego lo lijé bien y listo”. Así que ya veis, si queréis colarle un cable no tenéis más que marcar su tamaño y cortar poco a poco con un taladro.
Una vez hecho esto, pintamos el archivador con la pintura en spray, en nuestro caso es blanca, pero podéis usar el color que más os guste ya que en el mercado hay mucha variedad. Por el interior del archivador la pintamos una vez y por las caras exteriores dos, siguiendo las instrucciones del fabricante.
A continuación, con la pintura completamente seca, decidimos pasarle una lija fina para retirar los excesos y conseguir una textura más suave. Aquí va un poco con el gusto de cada uno, dependiendo de si preferís un acabado más basto o pulido, en cualquier caso ambas opciones son válidas 😉
Ahora limpiamos el polvillo que ha quedado en el archivador tras lijarlo y, como toque final, utilizamos la misma cera para muebles que habíamos empleado en el tutorial del estante envejecido para mesa de trabajo, siguiendo los mismos pasos.
Ya sólo nos queda colgar nuestra estantería en la esquina que deseemos, para ello lo ideal es hacer un par de agujeros en el lado más largo del archivador y uno en el más corto, así nos aseguraremos de que quede bien sujeto. Marcamos los agujeros en la pared, usamos el taladro con la broca adecuada (en nuestro caso hemos utilizado la del número 6), ponemos unos tacos y, por último, atornillamos colocando una arandela entre la estantería y el tornillo para que sea más resistente.
El resultado mola, ¿verdad? Como veis, sin gastar mucho y con un poco de maña podemos tener una mesita diferente, que se adapte a las necesidades de nuestro hogar y totalmente personalizable.
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